Atención: sólo si eres más de corto que largo plazo podrás entrar en la aventura.

sábado, 27 de octubre de 2007

LAS BUENAS OBLIGACIONES DE UNA SECRETARIA.

Ya había comentado que soy secretaria de dirección en una de las editoriales más importantes de este país. Hay gente que se pensará que ésta es la aspiración mayor de una secretaria. Pues la mía no es, desde luego. Mi máxima aspiración sería que mi jefe me tuviese en cuenta y que, de vez en cuando, se interesase un poco por mi.

Mi jefe ordena y yo tengo que morirme tres veces al día para conseguir llevar a cabo sus órdenes. Cambiar agendas, conseguir invitaciones. He organizado yo solita la última fiesta de cumpleaños de su mujer. Tenía que ser algo inolvidable para ella y para los invitados. Os juro que estuve semanas sin dormir. La fiesta fue un éxito y su esposa estaba emocionadísima con todo: "cuando se me case la niña, me organizas tú todo porque haces verdaderas maravillas". De hecho ya me he puesto a pensar en ese futura boda, y la "niña" ahora mismo tiene 16 años.

La cosa es que recibo la llamada de mi jefe unos minutos después de dejar a mi hermana en su hotel:

- Domínguez, mañana comida en La Antorcha. Vestido negro, tacón fino, moño curioso, y perlas.

¡A joderse, oiga!। Siempre me llama por mi apellido। Y no el primero que es Torres, sino el segundo que sabe que odio (debe ser por eso de Domingas, que me parece una vulgaridad). O sea, que me tengo que pasar un día de descanso como es el Domingo comiendo con mi jefe y algún importante. Porque cuando me especifica el restaurante y me exige un cierto vestuario...

Por ropa problema no tengo. Todo aquello que las revistas de moda dicen que es de fondo de armario lo tengo. Y vestidos negros tengo hasta decir basta. La duda que me asalta es si debía ir escotada y sugerente o, por el contrario, más casta. Me decidí por el vestido negro más simple y me puse un chal negro por encima. Bolso pequeño con lo justo, y mis Pura de tacón fino finísimo. Encuanto al moño, siempre he sido muy fan de "Breakfast at Tiffany´s" y no era complicado. Las perlas se las tuve que pedir a mi vecina Sole, y descubrí que es una gran entendida: " japonesas,australianas, naturales, de río. Chica, ¿dime algo?. No digas nada, las australianas que seguro que vas a un sitio caro. ¿Adónde vas?. Calla, no me digas que tampoco quiero ser una entrometida". Amén. Al menos pude pedirle perlas y ya pude decir algo.

Llegué al restaurante y ya estaba mi jefe: "Domínguez, está perfecta. No se corte en comer lo que quiera y ante todo relajada". Os diré que era la primera vez que mi querido señor me tenía un poco en consideración. Entramos y fuimos conducidos a la mesa... ¡Un momento!, pero si íbamos a la mesa de mi escritor favorito, Críspulo Torres (como mi primer apellido. Así me empecé a interesar por él). Lo primero que pensé era que mi jefe se había convertido en un genio y me estaba concediendo deseos, pero luego pensé que se quería cerrar un contrato con Críspulo, lo más lógico trabajando en una editorial. Este hombre era el último premio Usandizaga de Narrativa de la Prospección del Alma por su libro " Calla, me lo dijo el viento". Me he leído toda su obra, y este último lo habré leído 5 veces ya. Pero, lejos de actuar como una fan literaria (que puede ser una frikada del 15), me comporté como una secretaria entregada a su trabajo y hasta me gusté. Pero no podía dejar de mirarlo a los ojos, verdes, su pelo salpimentado (sí, tiraba a gris y tenía unas canitas que me volvían loca), su voz de "hombre de mi vida". Todo esto con disimulo, ni se enteró.

Ellos, mientras yo comía, hablaban de sus andanzas de Universidad. Descubrí que eran amigos desde hacía un montón de tiempo। Para nada se habló de contratos, nueva novela... De repente le sonó el móvil a mi jefe: "Domínguez, me voy। Quédese con mi buen amigo। Es un imprevisto que me ha surgido". Y me susurró: "sé que sabrá dejarle buena impresión". ¡Oh,Dios! mi jefe ahora mamporrero de mi persona!!!!. Me gustó la idea. Estuvo hablando de trescientas cosas. Supongo, porque yo lo miraba y hacía que escuchaba cuando ya me estaba imaginando viajando con él, con niños, en actos oficiales del Rey. En medio de tanta ensoñación me coge de la mano y me dice que ya me conocía desde hacía mucho tiempo porque éramos almas gemelas. No lloré por los ojos, pero por otra parte de mi cuerpo surgió un pequeño .Pensé en Cleofé que me haría hasta un homenaje por tal "caza". Ya no tendría que andar de secretaria-organizadora de eventos para un tipo que me llamaba por mi segundo apellido. La libertad estaba cerca, y no iba a dejar escapar a este premio. Si hacía falta me hacía cirugía o me dejaba hacer el anal, si esto lo retenía.

Y, justo, cuando íbamos a besarnos: "Críspulo, no te gires। Ha llegado tu hora y no quiero que tu bello rostro se llene de sangre"। Sonó un disparo.El resto del salón estaba debajo de las mesas y el asesino se había ido. De la espalda de mi "amado" no paraba de brotar sangre y mi reacciónfue: "No, noooo!!! Críspulo, reacciona. Una ambulancia, llamen a una ambulancia. Se me va. No puede ser. Qué desgracia. El destino me lo arrebata así como me lo trae". Vivo las cosas con intensidad y muchas veces no mido mis palabras. No dudé en "inventarme" un torniquete alrededor de su espalda (parecía una geisha, porque no escatimé en dejarle un lazo curiosito) con mi chal de mercadillo.

Aparece mi jefe, la gente sale de las mesas y se pone a aplaudir. Críspulo se levanta y yo me desmayo.

Al despertar lo primero que vi fue la cara de la mujer de mi jefe: "Cariño, Azucena. Soy Sandra. Has estado maravillosa, yo aposté por tí. Gabriel (mi jefe) quería que esto lo hiciese Valeria por su trayectoria de hombres, pero yo creo que no daría la talla".

O sea, que fui invitada al restaurante más caro y mi escritor favorito me sedujo para ver la reacción de una mujer ante la pérdida del amor de su vida. Críspulo quería experimentar esta situación para saber cómo expresarla en su última novela. Por lo visto llevaba tres meses estancado.

Siempre que me pasan cosas que me pueden poner furiosa, lo primero que me pasa es que me quedo tan callada y tan tonta que no reacciono. Luego llego a casa y me altero. Llamo a alguien y suelto demonios por la boca. Pero ya no sirve de nada. Algo sí pude decir y con cierta maldad, porque reclamé mi chal: "fue una compra que hice en Bulgari, cuando mi viaje a NYC". Me abonan un dinero por un chal que me costó 3€ y con regateo en el mercadillo. Suerte que no lo dudaron porque las perlas que llevaba eran carísimas y ya entendieron que no podía llevar un chal "anónimo".

viernes, 26 de octubre de 2007

AH, LA FAMILIA!!



- Diga?
- Oye, ¿Azu?
- Coño, ¡¡Susana!!. ¿Pero qué cosa llamarme así sin más?.(Evidentemente estaba siendo sarcástica).
- A ver. Mira, que llego hoy a las dos de la tarde. Recógeme!!!.
Bueno, esta es mi hermana Susana. La llamada acabó ahí. Siempre me gana. Nunca me puedo anticipar a ella, y como siempre me llama desde una cabina y cuelga al momento de soltarme lo importante pues... que me toca pringar!!.
La cosa es que tenía que ir a recoger a mi hermana al aeropuerto y luego me tuvo todo el día a su disposición haciendo de taxista. Si en el fondo la quiero.
La quiero y la envidio. Es azafata de vuelo y no para de viajar. Siempre de hoteles y despreocupada de la vida. Esta vez pretendía que me oyese:
- ¿Y si yo tuviese algo qué hacer a esa hora y no te pudiese recoger? Ya me dirás cómo me podría comunicar contigo.
- Cariño, me dijiste que con Gregorio ya habías terminado. Por tanto no tienes nada que hacer un sábado a las dos de la tarde. Pero de todas maneras te noto como con sexo reciente.
- ¿Yo?, ¿Sexo?. Pues lo mismo tuve un sueño erótico porque lo que es realidad...
Pero no estaba del todo equivocada mi hermanita.
Llegué al aeropuerto demasiado pronto y su vuelo traía retraso. Pensé: "¡Genial!. Ahora a esperar sentada entre tanto pasajero para un lado y otro. Y tomarme algo aquí es como ser atracada sin piedad." Aún así decidí tomarme algo. Iba para un café pero al ver las cosas: zumo de pomelo, sandwich vegetal (con tofu), bollo de crema, café con leche, y un vinito (que fueron 3). El vino fue lo que hizo que yo saliese de mi.
Encontré una mesa por casualidad porque estaba todo lleno. Al rato un piloto se me acerca y me pregunta si se puede sentar. Le dije un sí como con indiferencia, pero por dentro estaba alucinando: un piloto (sueldazo), alto, delgado, ojazos, bello de manos, cara. El culo prometía, y mira que para que un pantalón de uniforme te haga un culo apetecible, ya tienes que tener un culo apetecible.
Primero se dedicó a comer un poco de su ensalada y, después, me preguntó cosas. Que si iba a volar ahora, que si me gustaba viajar... Se llamaba Pedro y empezó a soltarme cosas del tipo: "bueno, a mi es que me queda un buen rato aún. Podría hacer cualquier cosa que me daría tiempo. Es que además necesito hacer algo que me relaje para luego no estar demasiado tenso en el avión". Un momento, esto parecía sacado de un guión de película porno y a lo mejor en ese momento yo debería corresponderle con: " pues yo me he quedado con hambre. Me comería cualquier cosa que me llenase del todo". Pero mientras pensaba esto, Pedro ya me estaba diciendo que tenía acceso a la zona vip de pasajeros, donde había hasta camas.
Allá que nos fuimos. Fue llegar al reservado con cama y empezar un juego de besos, toqueteos, todo tan rápido que por momentos estaba fuera de mi. Pedro sabía tocar a una mujer. Le arranqué la camisa y pude observar que lo que Pedro prometía, lo cumplía con creces. Era el torso que siempre anduve buscando: peludo en su justa medida y definido. Podría dormir en él y llegar al clímax sólo contemplándolo.
Me tiró en la cama y me dijo: "te voy a dar lo que nadie". Fue el cunilingus más alucinante de mi vida. Tanto que no pude contenerme y grité de placer durante minutos. Una vez acabó, se levantó y se marchó. Eso me dejó un tanto desconcertada. Y ahí yo, tirada en una cama, desnuda, con la colcha empapada. Al momento, unos japoneses entran. El "trágame tierra" no era suficiente súplica y salí pitando y vistiéndome al tiempo.
Para hacer la espera un poco menos tensa me puse a fumar, algo que hacía años que no hacía. No me acababa de creer lo que me había pasado.
Después, con Susana, dos besos, regalito de la última fragancia de YSL y al coche. El lugar al que fuimos no me lo esperaba ni en mil vidas que viviese: a ver a mamá.
- ¿Estás bien, Susana?. Pero si mamá y tú... Vamos que la última vez fue en el entierro de papá y la que montasteis aún se recuerda en las reuniones familiares (todo este desencuentro entre mi madre y mi hermana surgió a raíz de la emancipación de mi hermana. Se fue a vivir con el jefe de mi padre)
- Me ha llamado. Quiere hacer la paces. Le está sentando bien esa vida que tiene ahora.
Mi madre, al morir mi padre, se refugió en un convento. Allí descansa y ayuda en todo a las monjas. Fue algo que me costó asimilar, pero a base de visitas me fui acostumbrando a ver a mi propia madre haciendo pastas, cantando en el coro. Y no es que se me haya metido a monja. Ella vendió el piso y el dinero lo donó al convento (algo que me hizo sentirme poco querida y a mi hermana ni te cuento).
Susana estaba algo nerviosa pero quería ir. Yo me lo tomé con filosofía: si se enzarzan a bofetadas lo mismo las monjas echan a mi madre y se viene a vivir conmigo y me "dona" algo. No paró de preguntarme cómo estaba mamá de aspecto y yo le mentí diciendo que las pocas veces que hablábamos de ella era para decir cosas buenas (no había visita en la que mi madre no soltase tal cantidad de improperios contra mi hermana que luego la obligase a confesarse y pasarse el resto del día en penitencia).
Llegamos y todo fue muy emotivo. Estuvieron en el patio, sentadas en la fuente central mientras yo me tragaba la vida de la Hermana Teresa contada por ella misma. Lo que me quedó claro es que en las Misiones fue violada como mil veces, será que lo extraña la Hermana Teresa.
Una vez acabado el solemne momento me acerqué a saludar a mi madre. Ésta me miró fijamente y me soltó:
- ¡¡¡Díscola, perra judía!!!!!
- Mamá,cálmate. Soy Azucena, no Susana.
- Y a ti te lo digo, fornicadora. ¿Cómo te atreves a entrar en tan sagrado recinto oliendo a pecado carnal?
Os juro que me quedé pálida. Le Hermana Teresa me miró con cara de envidia y acompañó a mi madre a su "celda" mientras Susana me preguntó:
- ¿Pero has follado entonces?. ¡Mamá, qué olfato!. A ver, ¿dónde fue?. No me digas que en los baños del aeropuerto.
- Bueno, en una cama de la zona vip del aeropuerto.
- ¿Cómo?, ¿has estado con Pedro?.
- Pedro, ¿cómo sabes que se llama así?
- Eres más tonta de lo que pensaba. Con Pedro: te comió el tema y se largó,¿verdad?.
- ¡Qué quieres que te diga si ya lo sabes todo!. ¡Debiste catarlo varias veces!.
- ¡ Ni muerta!. Y te habrá dicho que es piloto y que tenía mucho tiempo y tal... Pues que sepas que el tipejo este no es piloto. Es uno que se viste así y se dedica a magrear mujeres por el aeropuerto. "Pedrito el salidito".
En ese momento miré al cielo buscando una respuesta a mis actos. Pero sólo encontré un cerrar de ventanas al unísono en cuanto alcé la vista. Las monjas estaban interesadas, por lo visto.
- Pues me habrá engañado pero al menos me he corrido como nunca. Vámonos, te invito a cenar.
- Azu, ¿tan bueno es?.
- Prueba y luego me cuentas.

miércoles, 24 de octubre de 2007

CLEOFÉ



Toca revisar conceptos y, teniendo en cuenta la escena de la salita, el concepto que más debo mirar es el de amigas. No puedo ir por la vida pensando que porque me emborrache en cenas de empresa con mis compañeras de trabajo, o porque me salven la vida con un salva-slip de urgencia, sean ya amigas de toda la vida. He llegado a esta conclusión porque con lo de ayer pues me ha quedado claro que no las conozco, pero si esto no hubiese ocurrido yo seguiría de ingenua amontonando amigas como quien guarda bolsas de papel. El trabajo me tiene abstraída de la realidad social que hay en la editorial. Pero esto cambiará, ¡vaya si cambiará!.

En plena "crisis por la amistad" he decidido quedar hoy por la tarde con una que sí es amiga y de verdad. Es Cleofé, que la conozco desde niñas en el cole cuando me dijo: "si quieres que seamos amigas debemos intercambiarnos la comida del recreo". Claro, la muy astuta (¿os pensábais que la iba a insultar?. ¡Poco me conocéis!) sabía lo que tenía ella: queso fresco con unas tostaditas para acompañar, y una pera; yo tenía un bollo de chocolate y unas pocas cerezas. Salí perdiendo pero gané una amiga que ha estado conmigo en momentos cruciales de mi vida. Esos momentos en los que te defines como mujer y ciudadana de derecho en la sociedad.

Cleofé siempre tuvo claro lo que quería: un marido. Ya con 8 años lo contaba en los recreos a toda cuanta niña estuviese dispuesta a escucharla. Lo que se han perdido los partidos políticos con ésta porque se subía a una silla, escalera, o algo de altura, y allí soltaba un discurso de por qué una niña tiene que pensar en casarse desde este mismo momento y todas las virtudes de la mujer casada. De todo esto se había empapado por las ideas de su hermano (ahora hermana, mujer de un pez gordo y presidenta del Club de Tenis de una importante urbanización) y de ver a Alexis Carrington en "Dinastía". Lo de Alexis no lo tengo claro aún hoy. Hubo momentos en su vida en los que le obsesionaba la idea del matrimonio y se pasaba los sábados en El Corte Inglés haciendo hipotéticas listas de boda (la mejor fue la que hizo cuando tenía 16 porque hasta una dependienta la iba aconsejando y todo). Se metió a estudiar la carrera de Medicina para cazar marido y... acabó casándose con el que hoy es ya el cirujano más aplaudido en todas cuantas conferencias va.

Eso es lo que más me gusta de Cleofé, consigue lo que se propone y nunca se "despeina". Ahora acaba de tener un niño, porque ella decía que iba a tener un niño y nada más. Tuvo suerte porque de haberle nacido una niña estoy segura de que sería el primer retoño transexual (es posible que para intentar concebir a Alvarito se hubiese despeinado más de una vez).

Hacía mucho que no la veía porque decidió irse a parir a París y que lo haría después de la Semana de la Moda. Ni qué decir tiene que así fue, y que comparó la emoción de su parto con la belleza de los diseños de Chanel. Durante todo este tiempo nos hemos llamado por teléfono y no hemos perdido el contacto, pero me propuse quedar con ella y, de paso, ver al niño. Tenía intención de ver también a Sergio, su marido, pero es que nuestro encuentro fue en un parque:

- "Cleo, querida, si Alvarito aún está en el cochecito y ni andar sabe, ¿por qué hemos quedado aquí?"

-"Debo dejar claro que soy madre delante de todas estas niñeras para que se lo cuenten a sus "amas" y también miro qué niñita le puede ir bien para cuando lo case. Llevo días fijándome en la niña rubia que cuida la niñera de las Reebok porque creo que es la nieta del dueño del Banco Ultraespañol".

No suelo llevarle la contraria porque el tiempo le da la razón a ella y es como ir a la guerra sabiendo que pierdes porque no llevas armas. Pero me dispuse a contarle mis últimas novedades, sobre todo lo de buscar sólo sexo y no relaciones estables. Me esperaba que me soltase un sermón sobre este cambio de actitud y que me insultase (que no sería la primera vez. Aún recuerdo cuando dejé a Manu, arquitecto y último premio Stirling de arquitectura por su idea de un rascacielos en Tirana, que me dejó toda una semana llorando) o abofetease. Pero se ve que la maternidad ha cambiado a mi amiga:

- "Azucena, es una etapa de experimentación que te llevará más tarde a buscar la relación económicamente más apetecible y te haga ensanchar caderas a base de partos. Yo te apoyaré en todo porque eres mi amiga y te quiero."

Ya si me llegase a llamar Zuci me dejaba al revés porque fue lo único que no cambió en la conversación. Siempre me ha llamado por mi nombre, sin abreviar nada. Yo la llamo Cleo porque lo de Cleofé me suena a monja. La verdad que la respuesta que me dio fue como de consejo de sabio y me ha dejado pensando durante el resto del día.

Por lo demás no tenía muchas novedades que contarme. La novedad ya fue su tono de voz, ahora más dulce y pausado.

Será la maternidad.

martes, 23 de octubre de 2007

EN OTRO PLANETA.


Una va por la vida pensando cómo abordar el tema de volverse una INDESENTI de cara a sus amigas y compañeras de trabajo para que la sorpresa se la den a una misma. De verdad que es cierto que la realidad supera a la ficción por completo.
Como secretaria de dirección que soy, me ha tocado el típico jefe que parece que lo que haces es tan poca cosa que te carga con todo aquello que pueda hacerte sentir "útil" para el resto de la jornada (entendiendo jornada por el resto de tu vida). Por esta razón casi nunca puedo ir hasta la salita de café, pequeña conquista de nuestra Mari-sindicalista, donde mis amigas charlan de todo un poco. Ellas siempre tienen más tiempo porque saben escaquearse y siempre tienen excusas creíbles y hasta, a veces, miles de ases bajo la manga.
Pero si voy a cambiar mis hábitos pues también debería empezar a ser un poco más pilla. Y hoy entré en la salita. Allí estaban removiendo el café con cucharillas descompasadamente: Nuria, Valeria, Sofía, y Loreto. He de decir que en el momento en el que me vieron entrar y servirme café, fue como un shock para ellas que rápidamente me preguntaron si me habían degradado o despedido directamente (porque cuando te saltas la rutina tus amigas se ponen en lo peor; así también las alegrías son inmensas). Ahí es donde surgió mi oportunidad de confesarme y, para mi sorpresa, nadie se impresionó:
- "Zuci, querida, esto ya lo vengo haciendo yo desde que cayó el muro de Berlín que justo fue el día en el que perdí la virginidad y ante mí se abrió todo un mundo de hombres, posturas, y lugares insospechados". Esto me dijo Loreto, a la que yo tenía por una mujer comprometida con... bueno, juro que creí oir que estaba comprometida; "sí, estaba comprometida y me casé y todo. Y casada sigo, que conste. ¿Pero tú te crees que teniendo un marido que es profesor de gimnasia y que me diga que llega tarde por cosas del trabajo, no me pone unos cuernazos del 15?". Eso me remató.
- "Mira, lo mejor es andar con hombres pero de estos que sabes que no te van a perseguir porque son pobres y están en el extranjero. Algunos en países con un régimen que no deja salir del país con facilidad". Sí, señor!!! Y yo pensando que Sofía viajaba por hobby y porque está en la sección de guías de viajes y siempre viene bien la información de primera mano; "te lo digo con la mano en el corazón, vas a Cuba y cada noche con uno. Yo les llevo cinturones o cosas de diseño y ya no me molestan".
- "¡Mirad qué estáis consiguiendo con esto!, pues que Zuci no vuelva a pasarse más por aquí y que retome su vida de mierda. Atiende, esto de inde, bueno la mariconada que nos has soltado, pues que es como muy de teoría. Hay que actuar pero ya. Hoy te vas al metro y te tiras al primero que te devuelva una mirada y esté bueno. Y nada de preguntar el nombre. Coito y listo". Valeria es directa como su trabajo en la editorial. Es la recepcionista y no se para a enrollarse con las llamadas, que vayan al grano, dejen el recado, y cuelguen de una vez. La cosa es que de Valeria te puedes esperar hasta que sea espía de la competencia, que tenga a toda una familia metida en un zulo, o que sea millonaria pero le guste esto del contacto con la chusma; "a mi me encantan los probadores de los Zara de hombre porque como no tienen pestillo el riesgo de que te vean es tan alto... Mi fantasía es que un día abra un tío, vea el percal, y se apunte a la fiesta".
- "Chica, tú sabes que yo soy muy idealista del amor y que no hay que tentar a la suerte en ningún ámbito de la vida, pero es que mi marido es camionero y lo mismo lo veo un día por semana. Y si se me tiene que ir a Francia ni te cuento. Pero es que lo de ponerle lo cuernos con otros hombres no me va, es infidelidad, ¿no?. Pues voy a las tías. Llevo así unos dos años y me va fenomenal. Necesito sexo y si lo hago con otra mujer es un poco como masturbarme, no considero que haya cuernos". Aquí el cielo se me abrió y San Pedro asomó la cabeza invitándome a subir porque la Tierra era el mismo infierno. " Y mi Suso debe tener hasta su propia guía Michelin de puti-clubs. Pues perfecto, mientras no me traiga ladillas, todo perfecto". Siempre había pensado que Nuria era lesbiana perdida y que eso del marido camionero era la excusa perfecta para no poder presentarlo (yo, por mentir, hubiese dicho que es marinero del Gran Sol que da para ausencias más largas), y que soltar que se lo monta con mujeres es un primer paso a reconocerse como es. Nuria es muy "tío": andares, gestos, ropa...
Al momento simulé una llamada en el móvil y salí de allí alucinada. En la salita había un mundo de historias mucho más ricas que la mierda ésta de sólo practicar sexo sin buscar nada más que pretendía llevar yo a cabo y cambiar el mundo. Salí escaldada y un tanto decepcionada. Espero que esto no amargue mi lucha por desprenderme de todo tipo de sentimiento "ñoño" cuando esté con un tío.

MI VECINA



Es mi vecina Sole la testigo de todas mis relaciones (tanto si han sido de una noche, como de días, semanas, meses, etc.). Vive en el piso de enfrente y siempre le ha coincidido conocerlos a todos. Y os juro que de casualidad:

Si bien ella salía de casa para trabajar, o me timbraba por las cosas del correo equivocado.

Desde que llegué a este edificio ella se me ofreció de amiga-confidente. El primer día ya me soltó: " no sabes lo que me alegra tener a una chica de mi edad, más o menos, para poder hablar de sexo, chicos...".

Con Sole no hace falta hablar, todo lo dice ella. Y sabe interpretar las caras, la muy cabrona... Si me han dejado, si he dejado, si el polvo fue desastroso. Todo lo interpreta exactamente, tiene un don. Y ella que se empeña en seguir en la mercería que de su abuela fue; un buen dinero se hubiese ganado de psicóloga o vidente.

El caso es que Sole es mi modelo a seguir en el tema de ser una INDESENTI porque ella nunca busca compromiso. Se podría decir que piensa como un hombre en cuanto a las relaciones. Busca aventuras, las tiene, y luego por más. Sus viajes siempre van acompañados de la búsqueda del hombre autóctono por excelencia. Sólo decir al respecto que fue a Japón por una semana y estuvo un mes: " yo me lo dije, Zuci, hasta que un niponcito no me llene yo no me voy". Y allí que estuvo ella dale que te pego hasta que descubrió a un señor de unos 65 sobre el que circulaba el rumor de que nunca había dejado insatisfecha a ninguna mujer. Sole supo el por qué: ese señor había perfeccionado de tal manera el helicóptero que conseguía que hasta la frígida más hielo gritase hasta la afonía eterna!!!.

Y es que Sole es así: "yo ya a los 14 hacía pajas en el pueblo. Chica,en un pueblo todas las pollas son tan rústicas, tan todoterreno!. Y te voy a decir una cosa, jamás tuve mala reputación en el pueblo. Pero si hasta el cura se pensaba que iba para monja. ¿Te imaginas? Yo de monja, pero de voto de castidad ni mencionarlo"

Ella sale de caza incluso los lunes. Sostiene que siempre hay tíos dispuestos al sexo en cualquier lugar y momento. Y si el chico no le gusta pues ella sigue un plan que no le falla. Al primer intento de tocamiento: "ay, que me corro viva!!!. Chico eres muy fuerte, ¡he llegado sin más!" Y allá que se va el inocente pensando que es un figura de las artes sexuales.

Desde luego que todas deberíamos aprender de Sole: "mira que no he pensado veces lo de casarme, pero es que el sexo con un mismo hombre y para toda la vida es como antinatural. La UE debería tomar cartas en el asunto y dejarse de tanta Constitución y tanto anti-tabaco. Follar es un derecho para todos los seres humanos. Si yo no me como siempre carne, y escojo entre pescado, verduras, etc., pues lo mismo con los tíos. Y ya ni profundizo en el tema de las razas...".


Pues lo dicho, Sole es un claro prototipo de INDESENTI. Debería comentárselo pero es que nunca puedo meter baza, siempre lleva ella las conversaciones. Apuesto a que ni mi voz conoce.

domingo, 21 de octubre de 2007

HARTA!!!



Y mira que me lo habían dicho mis Maris: " si es que no puedes seguir así, vas a explotar y va a pasar algo gordo". Y ahí es donde surgen hipótesis de futuro, porque todas los amigos son videntes de lo tuyo pero no de lo suyo:

- Mari-coletas: es que te hubiese sido mejor darte a las drogas y no a los tíos.

- Mari-jeans: ¡pero qué bruta, maricona!. Mira, Zuci, piensa lo del lesbianismo. La gente cuando cambia radicalmente encuentra grandes cosas y triunfa.

- Mari-on-the-rocks: yo paso de darte consejos. Sabes que estoy de vuelta de todo y desencantado con la sociedad.


Sí, ayer tocaba velada con mis amigos gays (punto para los que habéis estado rápidos). Siempre que estoy como al borde de un caos total acudo primero a ellos, luego a mi hermana Susana, después mis amigas y compañeras de trabajo, y, en último caso, me meto a monja (paso este que aún no he llevado a cabo porque los filtros anteriores me van haciendo entrar en razón.


Todo viene por el maldito amor, ese amor de pareja que buscas hasta en la cola del Starbucks o pensando en cómo será ese nuevo compañero de trabajo. Vamos por la vida buscando a un tío que sea para siempre. Al principio todo es tan maravilloso que te pones tan "maricona" (mis Maris no se enfadan y espero que la audiencia tampoco) que no dudas en pensar: "éste es el definitivo". Luego se lo cuentas a todos tus allegados y ahí es cuando todo empieza a cambiar, como si fueras gafe. Lo que me pasa es que me entrego a lo perra, y luego como perra me echo a llorar.


El último fue Gregorio. Lo conocía desde siempre: colegio, facultad... y era de esos tíos que sabes que podrías llevar con él una vida de pareja buena, pero tienes miedo y no te atreves a decidirte por si todo acaba mal y pierdes a un amigo (esto que a las tías nos interesa y a algunos tíos también, pero sólo son un 0,001% en estos momentos). Fue cuando volvió a la ciudad en el momento en el que nos cruzamos y tomamos un vino en una terraza, con día apacible y el máximo de relajación que se puede tener. Me contó que se había casado y divorciado, razón por la que se volvió.

La cosa es que nos seguimos viendo y acabamos saliendo, hacía ya 6 meses. Todo bien, yo feliz y él también. Pero el volver de vacacione lo mandó todo a la mierda. Cambió su actitud y ya le parecía que lo agobiaba en todo momento. Bueno, es que un día se fue y estuvo desaparecido durante toda una semana, y sin manera de localizarlo. Me puse en lo peor para mí, que no es la muerte sino: "ha encontrado a otra. O a otro y a ver cómo compito yo con un tío que sabe lo que le gusta a los hombres porque él es hombre". Volvió y me soltó que estaba triste y como quería soledad no quería molestarme con actitudes de autista. Me lo creí por perra.

Pero ya esto lo volvió a hacer otras veces y yo le dije que así no podía seguir, que me contase sus problemas y no se fuera. Gregorio cogió su cazadora (Belstaff, el muy cabrón) y me dijo: "ya vendré por todo lo mío. Adiós!!!"


Y ahí me teníais a mi con la expresión congelada y sin poder llegar a creerme esto que me había pasado. Pero después de este último desamor ya he llegado a la conclusión, gracias a las Maris, las copas, y la Reinona aquella que me pasó un poco de su maquillaje que llevaba en los postizos de cadera, de que no voy a volver a buscar al hombre con el que pueda vivir hasta el resto de mis días. Voy a buscar sexo cuando lo necesite, que yo estoy buenísima!!!!. Voy a ser independiente sentimental, y si triunfo escribiré un libro de autoayuda y conformaré un nuevo grupo social al que las multinacionales tendrán que mimar: LAS INDESENTI.