Atención: sólo si eres más de corto que largo plazo podrás entrar en la aventura.

viernes, 7 de diciembre de 2007

SE VIVE BIEN, SI LO HACES BIEN.



Este año he visto recompensadas mis duras jornadas de trabajo del año pasado en forma de puentes. Los he ido cogiendo todos. Y todos están siendo pequeñas vacaciones.

¿Que tiene de especial un novio que se preocupa por ti y busca no enfadarte?, pues que te invita a Ibiza en el puente de la "Inmaculada Constitución". Y eso que tenía otro viaje profesional, pero se dijo que no podía descuidarme a mí y a l0 nuestro. Un sol de hombre.

¡Y la suerte que hemos tenido con el tiempo!. Y nada de hotel. Nos hemos alojado en una pequeña casa ibicenca de unos amigos de Ale.

A mí me sienta bien esta vida. Me veo más guapa, más relajada. Vamos, que si ahora me enterase de que estoy embarazada, he sido adoptada, o que lo del trigo de Ucrania era totalmente cierto, no me sorprendería. Simplemente me veo como en la madurez de mis sentimientos.

Pero esto no hay que decirlo muy alto, porque las buenas rachas en mi vida duran menos que un suspirito. Mientras me dure esto voy a tratar de no estropearlo y es por eso que me disculpé mil veces ante Ale por mi desaire del otro día. Y estoy tratando de centrarme en él y no en su padre. A veces su recuerdo asoma, y para borrarlo me lanzo sobre Ale para darle un beso con todas mis fuerzas.

Ceremonias aparte, mi hermana me ha llamado hoy mientras comíamos un marisco excepcional (porque estaremos en Ibiza, pero el marisco viene de Galicia) para contarme "cosas". Cuando mi hermana llama para hablar de su vida e interesarse por la tuya como si fuese una llamada rutinaria, hay que temerse lo peor:

- A ver, Susana. Déjate de rodeos y pasa lo que realmente te tiene preocupada. Estás embarazada, ¿verdad?.

- Eso nunca. No pienso deformarme el cuerpo por sentir la llamada del reloj biológico. El problema a lo mejor hasta es más complicado...

Y soltó la bomba que hizo que dejase de comer "santiaguiños":

- Verás, pues que resulta que me he enrollado con el hijo de Servando. Pero me he enrollado de que hasta se la comí. ¡Dios, estoy comenzando una relación a dos bandas con el padre y el hijo!

Es en ese momento en el que me pregunté si de verdad no éramos gemelas o algo así, porque esto ya era el colmo:

- Azu, cariño. ¿Te han dado una mala noticia?. Tienes una cara.

- Oh, no, Ale. Es mi hermana. Ella siempre sabe como sorpenderme. No te preocupes.

Pues mi hermana me siguió contando que ella no tenía intención de dejar a Servando, y que no podía dejar de pensar en su hijo, Manu. Decidí abstraerme e imaginarme con Fernando mientras mi hermana narraba sus experiencias. La brisa levantó levemente mi falda y se fue introduciendo entre mis piernas. Cerré los ojos y fui dejando caer la cabeza hacia atrás:

- Azucena, ¿me estás oyendo?. No es algo de lo que debas pasar. Soy tu hermana.

Se rompió el hechizo:

- La que se ha metido en el problema has sido tú. Lo único que te puedo decir es que, como sigas así, te vas a quedar sin el padre y sin el hijo.

- Pero Manu sabe que estoy con su padre. ¿Por qué me iba a dejar?

- Pues porque a lo mejor te ve tan fácil que dejas de interesarle. A los hombres hay que ponérselo difícil (esto lo he dicho yo que soy la primera que se arrastraría desde Huelva hasta Benavente por un hombre como Fernando).

- Sí que te ha dado fuerte esto. Tía, yo quería un poco de conversación y no que me echases los perros. Lo que pasa es que como mamá ha vuelto a hablarte te has vuelto una cobarde y ya no pasas a la acción. Además, con ese novio que tiene tanto dinero lo que quieres es convertirte en una Preysler. Y yo te digo: "recuerda que Preysler sólo hay una y nadie podrá continuar su legado".

- Vale, Susana. Lo que quieras. Con esa frase ya estás más cerca del Goya. Haz lo que veas. Hagas lo que hagas sufrirás. ¡¡¡Toma frasecita!!!

Al cabo de un rato Susana se despidió no sin dejar entrever en su voz un cierto temor a todo lo que yo le había dicho.

Es normal que le quisiera meter miedo. Me estaba viendo muy retratada en esa historia y...
Me pregunto si Fernando sabrá que estoy oficialmente con su hijo. Porque la verdad es que parece que a este hombre se lo ha tragado la tierra. Ale no suele comentar nada sobre él. Y hace unos días que no sale en los periódicos.
Sí, bueno. Me he mentido y a todo el que ha leído esto ya que sigo pensando en él y buscándolo, pero cada vez menos. Qué conste.
Y algo me dice que la próxima semana será muy tensa en la editorial. No es una corazonada, es la entrevista que me acaba de pasar Ale y que sale en el periódico de esta mañana. La cita textual lo dice todo:
"Estoy feliz"
Esta frase ya nos sirve para saber que se avecinan malas caras y broncas por doquier. La frase es de Roy, nuestra estrella en la editorial y que, como ya dije, se caracteriza por ser un individuo pesimista reportando su actitud ante la vida y el mundo un pastonazo a la editorial que no os podéis ni imaginar. Ya se lo dije a Diego:
"Mira, Diego. Como con este polvo hayas cambiado algo en el ser intrínseco de Roy ya te puedes ir preparando porque el editor hará todo lo posible por desterrarte."
¡Mira tú!. Si están por Ibiza este puente. De hoy no pasa que quedo con Roy y Diego y le canto las cuarenta. Se va a enterar. Lo hago por el bien de todos:
- La editorial: sin beneficios habrá recortes de plantilla.
- Roy: no conoce la felicidad. No sabe lo que es. Por tanto, ¿para qué quiere ser feliz?
- El público lector: esos fans entregados a la lectura de sus obras y que no dudan en hacer cola el mismo día que sale una novedad.
- Yo: porque no quiero más sobresaltos en mi vida. Un poco de calmita durante unos meses. Tampoco pido tanto.

lunes, 3 de diciembre de 2007

LAS PESADILLAS, COMO LOS SUEÑOS, SE PUEDEN HACER REALIDAD.


"Azu, ¿qué te parece si tratamos de emparejar a tu tía con mi padre?"

Alejandro no sabía lo que me estaba diciendo. Sabía que me había acostado con su padre en más de una ocasión, pero esto parecía no importarle al proponerme tan ridículo plan. ¿Qué le podía ofrecer mi tía Engracia que yo no pudiese y con más calidad?.

Así que lo hice: saqué mi navaja albaceteña, que guardo siempre debajo del colchón y...

Dos navajazos le seccionaron el cuello, del que emanaba el rojo más vivo y dinámico que jamás habia visto. La navaja se dejó descansar en su corazón sumiéndolo en su último y más profundo sueño.


Evidentemente ésto es un sueño. ¡Qué digo sueño!, pesadilla de las grandes y de las que se repiten. Durante el día no pienso nada en Fernando, y cuando me acuesto viene a mi mente.

Por otra parte mi vida de pareja con Alejandro va cada vez mejor, y con ello otras cosas:

- mi madre ya me ha vuelto a hablar y hasta me ha dado dos besos. Todo esto lo ha conseguido mi tía Engracia que me hizo llevarla a la aldea. Pero era una encerrona porque allí estaba mi madre emocionadísima porque estaba asentando la cabeza y con un buen mozo:

- Mamá, pero si no lo conoces.

- Conozco, cariño. Tu tía le sacó unas fotos mientras dormía en tu cama.

- Y desnudito que así se ve lo "bueno" que es - decía mi tía frotándose las manos.


Con Jorge tuve un momento de malentendido. La culpa fue de Alejandro y su manía de presentarse como mi novio antes de dejarme hablar a mí. Jorge nos vio en un restaurante y más tarde me llamó para insultarme por activa y por pasiva:

- Yo sabía que algo puta eras, pero puta de las que no cuenta su vida. Me estoy replanteando lo de tu vestido para la boda, porque a lo mejor no vienes.

- ¡¡Jorge, cálmese la bestia maricona e histriónica que llevas!!.

Le expliqué todo y se fue relajando. Luego me felicitó. ¿Por qué la gente te felicita cuando tienes pareja?. A ver si es porque en mí es como un logro.
Pero yo no fui la protagonista del momento. Sí señor, porque la sorpresa vino dada por Diego y Roy. Roy es otra de mis Maris. Lo conocí en la editorial porque él es escritor, poeta, ensayista, columnista... todo lo que hace es escribir. Y no se le da mal. Es muy admirado porque a todo lo que hace le aplica el sello personal del pesimismo ante esta "entrada de siglo tan inminentemente apocalíptica". El otro día se acercó para perfilar unas cosas de su última novela, "la historia de un niño que se niega a salir de su madre porque con lo que ve en la sala de paritorio ya le es suficiente para ver que el mundo es una mierda, con lo que la madre se acaba acostumbrando a ver la cabecita de su hijo asomar de su vagina siempre que a la criatura se le ocurre una nueva idea filosófica para cambiar el mundo. A cada idea propuesta le sigue un "interesante" debate sobre lo expuesto por el retoño con su padre que resulta ser el personaje de un alto cargo clerical". O sea, una novela muy a la altura de Roy y que ya me leí (no me ha dejado indiferente, aunque al terminar de leer me fui pitando al primer "McKing" que se apareciese ante mí).
Y, fíjate que ese fue el primer momento en que se cruzaron Diego y él. Nada bueno se avecina. Usaron la sala de reuniones para intimar más y Roy salió de allí con una leve sonrisa:
- Mira, Diego. Como con este polvo hayas cambiado algo en el ser intrínseco de Roy ya te puedes ir preparando porque el editor hará todo lo posible por desterrarte.
- Cariñito, le he dado lo que necesitaba. Su vida será muho mejor ahora. Y seguro que nos vemos más.
- Roy necesita estar triste y con cara de jaula para crear y escribir. Si aún sigue conservando la sonrisa después de unas horas, te habrás cargado la imagen de todo un "referente de la literatura en habla hispana de estos últimos 20 años" (cita textual de Juan Cruz después de leer su ensayo " La muerte es la vida, matemos la vida").

En cuanto a Alejandro, pues he de decir que me trajo de Viena de todo. Yo le había pedido una postalcita y me trajo, paso a enumerar:

- el Palacio de la Ópera en miniatura de resina;

- dulces vieneses;

- un dvd de una ópera (por lo visto es importantísimo);

- y una LOMO.
La Lomo fue lo que me hizo caer rendida a sus pies y comenzar a hacer el amor como descosidos. Al fin y al cabo ya estaba acostumbrada a una cierta rutina de sexo con él y como se me había marchado unos días...
Unos días sin mucho sobresalto hasta que después de hacerlo con Alejandro la pesadilla se materializó:
"¿No crees que tu tía podría hacer buena pareja con mi padre?"
Si es que cuando creo que debo tener armas afiladas debajo del colchón no lo digo en broma. Mi reacción no se hizo esperar. Me puse hecha un basilisco. Le grité, lo llamé degenerado (porque el que un señor de cierta edad se enrolle con una señora de cierta edad también es antinatural).
Total, que me levanté de la cama y lo eché de casa. Hay que decir que la cara de Ale era de total incomprensión:
- Azu, hablaremos en otro momento cuando te calmes. Ni que estuvieses celosa, mujer.
¡Uy, lo que dijo!. ¿Celosa?:
- ¿Pero tú que te has creído? Porque me haya acostado con tu padre no significa que me haya calado tan hondo que me haya obsesionado con él y no quiera que esté con otra. Por mí como si vuelve con tu madre.
- Azu, mis padres se separaron hace un tiempo, pero es que mi madre ya no está en este mundo.
- Ay, me sacas de quicio. ¡Vete de una vez!
Lo empujé con un cojinazo lanzado con toda la fuerza de este mundo y cuando me quedé sola una sonrisa maliciosa se esbozó en mi cara:
- O sea, que la ex-mujer no es problema.
¿Mi relación con Ale?. Pues yo ya me siento en pareja. Cuando ya se tiene una discusión y se monta un numerito de este calibre, se puede decir con la boca grande: "TENGO NOVIO".