Este año he visto recompensadas mis duras jornadas de trabajo del año pasado en forma de puentes. Los he ido cogiendo todos. Y todos están siendo pequeñas vacaciones.
¿Que tiene de especial un novio que se preocupa por ti y busca no enfadarte?, pues que te invita a Ibiza en el puente de la "Inmaculada Constitución". Y eso que tenía otro viaje profesional, pero se dijo que no podía descuidarme a mí y a l0 nuestro. Un sol de hombre.
¡Y la suerte que hemos tenido con el tiempo!. Y nada de hotel. Nos hemos alojado en una pequeña casa ibicenca de unos amigos de Ale.
A mí me sienta bien esta vida. Me veo más guapa, más relajada. Vamos, que si ahora me enterase de que estoy embarazada, he sido adoptada, o que lo del trigo de Ucrania era totalmente cierto, no me sorprendería. Simplemente me veo como en la madurez de mis sentimientos.
Pero esto no hay que decirlo muy alto, porque las buenas rachas en mi vida duran menos que un suspirito. Mientras me dure esto voy a tratar de no estropearlo y es por eso que me disculpé mil veces ante Ale por mi desaire del otro día. Y estoy tratando de centrarme en él y no en su padre. A veces su recuerdo asoma, y para borrarlo me lanzo sobre Ale para darle un beso con todas mis fuerzas.
Ceremonias aparte, mi hermana me ha llamado hoy mientras comíamos un marisco excepcional (porque estaremos en Ibiza, pero el marisco viene de Galicia) para contarme "cosas". Cuando mi hermana llama para hablar de su vida e interesarse por la tuya como si fuese una llamada rutinaria, hay que temerse lo peor:
- A ver, Susana. Déjate de rodeos y pasa lo que realmente te tiene preocupada. Estás embarazada, ¿verdad?.
- Eso nunca. No pienso deformarme el cuerpo por sentir la llamada del reloj biológico. El problema a lo mejor hasta es más complicado...
Y soltó la bomba que hizo que dejase de comer "santiaguiños":
- Verás, pues que resulta que me he enrollado con el hijo de Servando. Pero me he enrollado de que hasta se la comí. ¡Dios, estoy comenzando una relación a dos bandas con el padre y el hijo!
Es en ese momento en el que me pregunté si de verdad no éramos gemelas o algo así, porque esto ya era el colmo:
- Azu, cariño. ¿Te han dado una mala noticia?. Tienes una cara.
- Oh, no, Ale. Es mi hermana. Ella siempre sabe como sorpenderme. No te preocupes.
Pues mi hermana me siguió contando que ella no tenía intención de dejar a Servando, y que no podía dejar de pensar en su hijo, Manu. Decidí abstraerme e imaginarme con Fernando mientras mi hermana narraba sus experiencias. La brisa levantó levemente mi falda y se fue introduciendo entre mis piernas. Cerré los ojos y fui dejando caer la cabeza hacia atrás:
- Azucena, ¿me estás oyendo?. No es algo de lo que debas pasar. Soy tu hermana.
Se rompió el hechizo:
- La que se ha metido en el problema has sido tú. Lo único que te puedo decir es que, como sigas así, te vas a quedar sin el padre y sin el hijo.
- Pero Manu sabe que estoy con su padre. ¿Por qué me iba a dejar?
- Pues porque a lo mejor te ve tan fácil que dejas de interesarle. A los hombres hay que ponérselo difícil (esto lo he dicho yo que soy la primera que se arrastraría desde Huelva hasta Benavente por un hombre como Fernando).
- Sí que te ha dado fuerte esto. Tía, yo quería un poco de conversación y no que me echases los perros. Lo que pasa es que como mamá ha vuelto a hablarte te has vuelto una cobarde y ya no pasas a la acción. Además, con ese novio que tiene tanto dinero lo que quieres es convertirte en una Preysler. Y yo te digo: "recuerda que Preysler sólo hay una y nadie podrá continuar su legado".
- Vale, Susana. Lo que quieras. Con esa frase ya estás más cerca del Goya. Haz lo que veas. Hagas lo que hagas sufrirás. ¡¡¡Toma frasecita!!!
Al cabo de un rato Susana se despidió no sin dejar entrever en su voz un cierto temor a todo lo que yo le había dicho.
Es normal que le quisiera meter miedo. Me estaba viendo muy retratada en esa historia y...
Me pregunto si Fernando sabrá que estoy oficialmente con su hijo. Porque la verdad es que parece que a este hombre se lo ha tragado la tierra. Ale no suele comentar nada sobre él. Y hace unos días que no sale en los periódicos.
Sí, bueno. Me he mentido y a todo el que ha leído esto ya que sigo pensando en él y buscándolo, pero cada vez menos. Qué conste.
Y algo me dice que la próxima semana será muy tensa en la editorial. No es una corazonada, es la entrevista que me acaba de pasar Ale y que sale en el periódico de esta mañana. La cita textual lo dice todo:
"Estoy feliz"
Esta frase ya nos sirve para saber que se avecinan malas caras y broncas por doquier. La frase es de Roy, nuestra estrella en la editorial y que, como ya dije, se caracteriza por ser un individuo pesimista reportando su actitud ante la vida y el mundo un pastonazo a la editorial que no os podéis ni imaginar. Ya se lo dije a Diego:
"Mira, Diego. Como con este polvo hayas cambiado algo en el ser intrínseco de Roy ya te puedes ir preparando porque el editor hará todo lo posible por desterrarte."
¡Mira tú!. Si están por Ibiza este puente. De hoy no pasa que quedo con Roy y Diego y le canto las cuarenta. Se va a enterar. Lo hago por el bien de todos:
- La editorial: sin beneficios habrá recortes de plantilla.
- Roy: no conoce la felicidad. No sabe lo que es. Por tanto, ¿para qué quiere ser feliz?
- El público lector: esos fans entregados a la lectura de sus obras y que no dudan en hacer cola el mismo día que sale una novedad.
- Yo: porque no quiero más sobresaltos en mi vida. Un poco de calmita durante unos meses. Tampoco pido tanto.